MADRID-. ¿Es posible que alguien crea que el virus que ha infectado su ordenador es en realidad una conspiración del Opus Dei para asesinarlo? Parece mentira, pero ha ocurrido. Lo más sorprendente de la historia –aunque es difícil superar lo anterior– es que el protagonista es un multimillonario pianista y compositor de jazz, ganador de un Grammy. Según publicó ayer el diario norteamericano «The Wall Street Journal» Roger Davidson, de 58 años, tuvo un problema con su equipo informático en agosto de 2004 y lo llevó a reparar a Datalink Computer Service. Los propietarios de la compañía, la pareja formada por Vickram Bedi, de 36 años, y Helgha Invarsdottir, de 39, lo convencieron de que el virus era parte de una conspiración de un grupo de sacerdotes polacos del Opus Dei que pretendía acabar con su vida.
En ese momento empezó el calvario de Davidson, bisnieto de uno de los fundadores del grupo Schlumberger, una compañía petrolera que facturó 23.000 millones de euros en 2009 con sus negocios en 80 países, en los que da empleo a 105.000 personas.
Seis años de extorsión
Durante estos seis años, el afamado pianista pagó religiosamente cantidades sustanciosas para evitar que los sacerdotes polacos, los «malos» de «El Código Da Vinci», lo asesinaran. La extorsión ha supuesto un desembolso de más de 4 millones de euros según las autoridades norteamericanas, cantidad que la Policía norteamericana elevó hasta los 15 millones.
Los estafadores le hicieron creer que Vickram, en realidad, era un agente de la CIA que intentaba que el Opus Dei no se infiltrara en el Gobierno de EE UU. Además de las cantidades millonarias exigidas para reparar su ordenador, le ofrecieron un servicio de protección 24 horas para toda su familia, por 70.000 euros al mes.
En el momento de la detención, los dos estafadores tenían en su poder dos cuentas bancarias con más de 5 millones de euros, 100.000 euros en efectivo guardados bajo el colchón de la cama, joyas, y coches de lujo.
La actuación policial, que se desarrolló la semana pasada, evitó la huida de la pareja que estaba preparando su huida a Islandia, lugar de residencia del padre de Helgha Invarsdottir, un importante hombre de negocios.
Via | larazon
3 comentarios:
¿Cómo es posible, que a estas alturas, haya gente tan inicente? O estúpida.
Mariana es por gente como tu que estamos como estamos.
La ignorancia es lo que hace a este mundo una mierda.
concuerdo contigo
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